sábado, 27 de febrero de 2010
A mi hermano
Cerro los ojos un instante, para no ver el dolor y lo oscuro que se hace el camino; escuche los latidos arrinconada en el pequeño espacio en el que estaba...observe lo inerte que estaba y las lágrimas rodando por las mejillas, el nudo en la garganta, la losa en la espalda, la falta, el vacío, la oscuridad, el tiempo ralentizado; los ojos hinchados y las fotos que se aferran al pasado y el camino hacia delante y la luz que nos guia... Dolor es lo que agudiza y nos da la vida y la estrella desde el cielo vela...pérfida muerte, taimada, astuta... mi miedo es que no estas Tu... mi miedo es que faltas y la herida aún cicatriza despacio, Hermano!!
domingo, 21 de febrero de 2010
rompiendo
Rompí el libro de la mesita
con una sierra de calar,
hice astillas
los recuerdos
que producían molestias
en las yemas de los dedos....
con la mirada de antojos
olvidados en una
caja de bombones
y los meses de un embarazo
anunciado en un periódico local...
Haz me una pregunta que pueda responder,
da me un beso y desnuda
el cuerpo del sexo
que oculto bajo las ansias dormidas
y las almohadas quemadas
de chispas que delatan el fuego que inicias con una cerilla
y apagas con el deseo de un
con una sierra de calar,
hice astillas
los recuerdos
que producían molestias
en las yemas de los dedos....
con la mirada de antojos
olvidados en una
caja de bombones
y los meses de un embarazo
anunciado en un periódico local...
Haz me una pregunta que pueda responder,
da me un beso y desnuda
el cuerpo del sexo
que oculto bajo las ansias dormidas
y las almohadas quemadas
de chispas que delatan el fuego que inicias con una cerilla
y apagas con el deseo de un
mordisco a una manzana.
sábado, 20 de febrero de 2010
domingo, 7 de febrero de 2010
entrabas en la habitación de puntillas, con las zapatillas puestas y la bata caída sin decir nada...te acercaste a la silla sin decir nada y sabiendo que el alma se escondía entre unas breves letras deslucidas tras la cortina que oculta el ordenador...Soy escritor de pacotilla que en sus ratos libres, alumbra el camino con la linterna de una pila y el tiempo apresurado sobre la mano que da rienda suelta a un deslucido texto...
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